domingo, 4 de septiembre de 2011

Mens sana in corpore sano

Meditar es más sencillo de lo que parece. Es importante practicar la meditación al menos unos minutos al día, esto nos proporcionará una mayor salud y un mejor estado de ánimo.

Podemos meditar en cualquier lugar, en nuestra casa, al aire libre, en la montaña, junto al mar...

El doctor Herbert Benson fue uno de los primeros médicos occidentales que se interesó por la el estudio de la meditación trascendental. Ha intentado desmitificarla proporcionando las siguientes instrucciones sencillas para conseguir la relajación:
  1. Sentarse o estirase en silencio en una postura cómoda.
  2. Cerrar los ojos.
  3. Relajar a fondo todos los músculos del cuerpo dejándolos "sueltos", apoyados en la superficie donde nos encontremos, como si tuviéramos la sensación de que esa parte nos pesara más de la cuenta.
  4. Empezar por los pies, pensar que nos están pesando, que se apoyan libremente sobre el sofá, cama, etc., avanzar lenta y progresivamente esta sensación de pesadez con el resto del cuerpo: las piernas, las manos, los brazos, el abdomen (sentir que toda la espalda se apoya relajadamente sobre la superficie donde nos encontremos) y así hasta los músculos de la cara. Mantenerlos relajados.
  5. Respirar por la nariz. Tomar conciencia de la respiración. Al aspirar, decirse a sí mismo la palabra "uno", luego "dos", y así progresivamente. Respirar con naturalidad, no profundamente.
  6. Continuar durante diez a veinte minutos. Pueden abrirse los ojos, para comprobar el tiempo, pero no utilizar un despertador ni un sistema de alarma. Al terminar, permanecer sentado durante algunos minutos más, primero con los ojos cerrados y después abiertos. No levantarse hasta que hayan pasado algunos minutos.
  7. No preocuparse por conseguir un nivel de relajación profunda. Mantener una actitud pasiva y dejar que la relajación se presente según su propio ritmo. Si aparecen pensamientos perturbadores, debe intentar ignorarlos no ocupándose de ellos y volviendo a repetir "uno". Con la práctica, la respuesta sobrevendrá sin apenas esfuerzo. Debe practicarse esta técnica una o dos veces al día, pero no durante las dos horas siguientes a una comida, porque los procesos digestivos interfieren en el surgimiento de la respuesta relajante.
Espero que empecéis a practicar esta sencilla meditación y me contéis que tal os sienta :)

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