Se acerca el frío y con él los resfriados acompañados de
tos, mocos y malestar general.
Particularmente acabo de pasar uno la semana
pasada y me he tomado el famoso jarabe de cebolla. Como se suele decir ¡Mano de
santo! Así que he pensado en compartir esta sencilla receta con todos vosotros:
Ingredientes:
- 1 cebolla grande
- 2 limones
- 2 cucharadas soperas de miel (de la de verdad, no de las que venden en el super!)
Preparación: Cogemos un recipiente e introducimos la cebolla
a dados, el zumo de limón y la miel. A continuación removemos, tapamos y
dejamos macerar durante 8 horas. Pasado ese tiempo colamos el contenido y ya
tenemos nuestro jarabe. He de decir que todo el proceso se hace en frío, no se
hierve ni nada por el estilo.
Hay que tomarlo de modo continuado. Una cucharada sopera
cada hora. Su acción es bastante rápida. ¡Veremos como los mocos y la tos disminuye
espectacularmente! Además a pesar de que no lo parezca, no sabe para nada a cebolla.
¿Sabías que…?
Estos tres ingredientes aportan los siguientes beneficios
para el organismo:
Cebolla: Buena para la circulación, desinfectante,
diurética, antiséptica, antioxidante, relajante, expectorante, diurética…imprescindible
en nuestra cocina.
Limón: Antiséptico, astringente, diurético, insecticida,
tónico…
Miel: Antiséptica, laxante, calmante, bactericida, diurética…
Gracias al pediatra que tenía mi hermano descubrí este gran
remedio. Cuando noto los primeros síntomas de resfriado inmediatamente me
preparo el jarabe.
Nota: este jarabe no sustituye a ningún tratamiento médico. Es apto para niños y adultos.
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